La Pedriza (Parte II) La cueva de la mora

La Pedriza (Parte II) La cueva de la mora

: 15-05-2016 Noticia La Pedriza (Parte II) La cueva de la mora

Unos de los sitios menos accesibles de la Pedriza. Solamente escalando seremos capaces de ver este lugar tan mágico y con leyenda de la pedriza. 

Esta leyenda hace referencia a la ocupación musulmana que sufrió España durante tantos siglos. Al parecer durante ese tiempo vivía cerca de Madrid en moro adinerado. Su riqueza era casi tan famosa como la belleza de su única hija. Una preciosa joven que parecía no encontrar un hombre adecuado al que amar, ya que rechazaba constantemente a los pretendientes que venían a pedir su mano.

Un día, la joven salió a pasear por el río Manzanares. Durante su agradable recorrido por la orilla de dicho río se encontró con un joven que descansaba con su caballo mientras este bebía de las aguas del Manzanares. El joven cristiano y la hija del moro se miraron fijamente y sintieron una enorme atracción al instante. El flechazo fue tan intenso que el joven no dudó en acompañarla a la casa de su padre para pedir su mano y unirse así en matrimonio.

Evidentemente el moro rechazó la petición del joven cristiano. Ordenó que lo expulsaran de su casa y a su hija la encerró bajo llave para que no pudiera huir con él. Tras este suceso el joven partió a tierras lejanas mandando un mensaje de despedida a su amada.

La joven esperó y esperó largos meses con la esperanza de que un día su amor regresara para salvarla del cautiverio al que su padre la había sometido. Rechazaba uno a uno los pretendientes que se le presentaban y su padre, cansado de su actitud, amenazaba con encerrarla en un sitio aun más oscuro.

Finalmente, cansado de la actitud de su hija el moro mando encerrar a la joven en una cueva. Una sucia y oscura cueva en la que quedaría encarcelada a base de pan y agua hasta que decidiera cambiar de parecer. El problema es que la joven no tenía intención de casarse con nadie, sólo quería esperar al joven cristiano que nunca llegó. Un día, una de sus sirvientas encontró el cuerpo sin vida de la joven en mitad de la cueva.

Cuenta la leyenda que todos los años, en la fecha en la que su amado partió a tierras lejanas, la joven mora aparece en algún otero. Su mirada ausente y su rostro triste parece buscar en el horizonte a su amor perdido.